Imagínese que usted pasa por una góndola de supermercado y ve varios frascos de miel. Nada altera su atención despreocupada hasta que de repente se encuentra con un panal de abejas. Entonces se detiene y por pura curiosidad se acerca y lo toma, lo abre y descubre en su interior un frasco repleto de miel. Lo analiza y admira la creatividad del embalaje, piensa en que hace rato no le aplica miel a las tostadas en el desayuno. De inmediato lo deposita en su carrito.
Así de determinante es el packaging o embalaje. Su importancia no solo está en función del mercadeo del producto, sino también en los procesos logísticos de almacenamiento y distribución. De este elemento depende que el producto pueda exhibirse sano y salvo.
El packaging es el proceso de incluir y proteger cierto producto en determinado envase para su distribución, almacenaje y venta, además de ser el principal elemento de comunicación entre el comprador y el producto.
TIPOS DE PACKAGING
• Packaging primario. Es el empaque que tiene contacto con el producto. Este es determinante sobre todo en los productos que se venden por unidad, y debe contar, en el caso de los alimentos, con medidas específicas de salubridad.
• Packaging secundario. Es el que envuelve al packaging primario, por ejemplo, para agrupar un conjunto de unidades de venta o distribución.
• Packaging terciario. Es la que agrupa a un conjunto de cajas secundarias para el manejo masivo, el almacenamiento y el transporte por vía terrestre, marítima o aérea. La forma más común de este tipo de packaging es la paletización o la contenerización.
¿CÓMO HACER UN BUEN PACKAGING?
Lo básico en el diseño de un packaging es contemplar dos aspectos claves: el diseño y lo estructural.
Diseño
• Quién va a ser el cliente. Es indispensable diseñar con base en el target del producto: quién lo va a comprar, dónde se va a comercializar, qué tipo de empaque esta utilizando la competencia.
• La compañía. Es importante que el empaque tenga una linealidad con la imagen corporativa de la empresa, la paleta de colores, el logotipo, etc.
• Un empaque que emocione. Busque siempre que su empaque despierte algún tipo de sentimiento en el comprador. Haga focus group y analice si la gente del común se ve motivada por su empaque.
• La información a contener. El envase debe reflejar gran cantidad de información sobre su contenido, como ingredientes, origen, utilidad, instrucciones de uso, etc. Estructura
• El producto. Cuál es la naturaleza del mismo; de qué se compone; tamaño, forma, peso, densidad, fragilidad, resistencia; comportamiento frente al clima, ante la temperatura, presión atmosférica; presentación: líquido, en polvo, en tabletas, etc.
• La distribución. Tipo de almacenamiento, gestión de almacenes, puntos de destino, transporte, etc.
• Riesgos. Es necesario valorar los riesgos a que se va a enfrentar el producto a lo largo del proceso de Es necesario valorar los riesgos a que se va a enfrentar el producto a lo largo del proceso de distribución. distribución ya que pueden ser de diferente naturaleza:
Las caídas. Hay que evaluar la resistencia del empaque a diferentes alturas y diferentes empleos de fuerza sobre el mismo, tanto vertical como paralelo.
Compresión. Es importante la resistencia debido a que es necesaria para el apilamiento en almacenes y a lo largo de la cadena logística.
Perforación. ¿Qué pasa si el empaque se perfora?, ¿qué daño sufre el producto?, ¿qué implicaciones de salubridad hay?
Alta temperatura. ¿Qué pasa si el producto se almacena en una temperatura no adecuada?, ¿qué tan resistente es el empaque al calor?
Baja temperatura. Transporte en camiones frigoríficos. Almacenamiento en congeladores.
Baja presión. Por ejemplo, en transporte aéreo.
Humedad. ¿Cómo responde el empaque en ambientes húmedos?
Polvo. ¿Qué pasa si el empaque es sometido a tiempos prolongados al aire libre? Biológicos. ¿Cuál es la resistencia frente a los hongos o a bacterias?, ¿a la contaminación de sustancias o materiales adyacentes o que se encuentran en el entorno?
• Ergonomía. Es importante analizar qué tan fácil de sostener es el empaque. Tenga en cuenta el peso del mismo y trate de analizarlo versus el tiempo en el que podría estar en manos del comprador.
• Apertura y cierre. ¿Qué tan fácil de abrir es?, ¿qué medidas de seguridad tienen en caso de que el producto lo requiera?
• La tapa. Analice si todos los factores mencionados aplican para la tapa o sellado de su packaging.
Fuente: Revista Logística